Podemos decir que vivimos muy expuestos en Internet. Si utilizas redes sociales, es un riesgo que debes asumir, salvo que no compartas información. Precisamente de esto vamos a hablar en este artículo. Vamos a explicar qué debes evitar compartir en redes sociales, en plataformas como pueden ser Facebook o Instagram. Vamos a darte algunos consejos para que tu privacidad siempre esté presente y no tengas problemas que te afecten a corto o largo plazo.
Ten en cuenta que, si nos ponemos en el peor supuesto, incluso podría afectar a tu seguridad personal. Por ello, vamos a recomendarte algunas buenas prácticas y explicarte qué puede pasarte, siempre poniéndonos en la peor situación. Las redes sociales pueden ser un arma muy utilizada por los cibercriminales.
Toda la información que compartas en redes sociales, podría terminar en malas manos. Está el riesgo de que cualquiera pueda acceder a esos datos públicos que cuelgas en Facebook o Instagram, siempre que no tengas tu cuenta privada. Incluso aunque la tengas restringida para que solo tus contactos puedan ver esa información, podría terminar en malas manos.
Es común poner cosas de los viajes que haces. Por ejemplo, puedes subir fotos si vas a un nuevo país e incluso la ubicación real. ¿Es buena idea? Si nos vamos al extremo de la seguridad máxima, no es buena idea. Hay varios motivos por los que podría ser un problema que compartas tanta información en redes sociales. Por un lado, estás mostrando que no hay nadie en tu casa esos días. Si pones que estás de viaje a miles de kilómetros, podrían interpretar que tu vivienda está vacía y alguien, que previamente ha logrado recopilar información sobre dónde vives, podría aprovechar para entrar a robar en tu ausencia.
Además, cuidado con poner información en tiempo real cuando vas a determinados países. Se han dado casos con los que hay que tener mucho cuidado. Por ejemplo, si vas a una ciudad peligrosa y vas poniendo todo lo que haces, tus planes, por dónde te mueves… Lo podrían aprovechar para buscarte y robarte. Incluso poner la foto de un vuelo que vas a coger (la típica justo en la puerta de embarque) es un error importante. Al otro lado, durante esas 10-12 horas de vuelo largo que vayas a tener, puede haber un grupo de personas analizando tu perfil y esperándote a tu llegada para estafarte de alguna manera, esperarte con un cartel con tu nombre simulando que es el taxista oficial que has contratado, etc.
Por ejemplo, dar información sobre dónde trabajas, cuál es tu función, qué tareas desempeñas exactamente, datos relevantes para esa empresa, etc. En algunos casos, puede que no suponga nada. En otros, en cambio, podrías estar exponiendo información que podría utilizar la competencia en tu contra y afectar a la empresa para la que trabajas. Debes tener cuidado con cualquier información que pueda servir para identificarte en la red, para que terceros puedan buscarte y saber más de ti, de tu día a día o de tu trabajo. Cuidado con esto, ya que nunca sabes exactamente para qué pueden usar toda esa información que estás compartiendo en Internet.
También es cierto que en redes sociales como Linkedin siempre pondremos donde trabajamos, porque es una red profesional, entonces cualquier persona que nos intenta buscar, se encontrará con el perfil de Linkedin. No obstante, tú puedes bloquear el acceso de Linkedin a personas que no tengas agregadas como contacto, añadiendo una capa de seguridad bastante importante, porque esas personas que quieran espiarnos tendrán que iniciar sesión y agregarnos. Si no conocemos a estas personas, entonces no las aceptaremos en la red social profesional.
Poner en redes sociales la compra de algún producto caro que has comprado, puede ser un problema. Por supuesto, no queremos decir que sea un problema de cara a tus amigos o familiares que tengas en Facebook. Pero, como decimos, todo eso puede terminar en manos de terceros y ahí sí supone un problema. Piensa en un móvil nuevo y de última generación que has comprado. Ponte en la situación de que por redes sociales ya has dejado constancia de que vas a entrenar a un gimnasio cada día. Alguien podría cruzar esos datos y saber que, tal vez, dejes el teléfono en alguna taquilla del gimnasio y podría no estar demasiado protegido. Puede aprovechar eso para robarlo. Lo mismo puedes aplicar a la compra de un coche, un reloj deportivo caro, etc.
Nunca deberíamos exponer qué productos caros hemos comprado, porque nunca sabes quién hay detrás de las pantallas espiándonos, con el único objetivo de hacernos daño o directamente robarnos eso que hemos comprado.
Esto puede ser muy amplio. Podrías poner datos, fotos, vídeos o cualquier información que no te comprometa a ti, pero sí a un tercero. Podría ser un amigo, un familiar, alguien que va contigo a algún evento, etc. Cuidado con lo que compartes en redes sociales, ya que podría afectar a otras personas sin que seas consciente de ello. Siempre que vayas a compartir algo que pueda afectar a otra persona, aunque creas que no es negativo, debes consultarlo. Debes tener su permiso y evitar así dar información que podría afectar al trabajo de alguien, a su reputación, etc.
El sentido común indica que no deberíamos publicar información privada de terceros, como familiares o amigos, pero es que el Reglamento de Protección de Datos también tiene mucho que decir en este aspecto, y es que estamos proporcionando información confidencial a terceros, algo que no deberíamos hacer. Por lo tanto, mucho cuidado con filtrar información de terceros sin su permiso, porque podrían abrir una denuncia a la Agencia de Protección de Datos y sancionarte.
Como ves, hay determinadas cosas que no deberías compartir en redes sociales. Puedes tener problemas que afecten a tu privacidad y seguridad, pero también a la de terceros. Es conveniente que tomes ciertas medidas de precaución y no caigas en errores como los que hemos descrito. Siempre puedes crear un perfil anónimo en redes sociales, si quieres la máxima privacidad.
Fuente: redeszone
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