Mantener la seguridad en la red es un factor muy importante para evitar el robo de contraseñas, la filtración de datos o que nos cuelen malware. Podemos tener en cuenta ciertas precauciones, como usar antivirus, tener todo actualizado o buenos programas. En este artículo vamos a centrarnos en el aislamiento de un navegador. Vamos a explicar en qué consiste y por qué es algo que puede ayudar a mejorar la seguridad cuando navegamos por Internet.
Cuando navegamos por Internet podemos dejar mucho rastro e incluso podrían atacarnos a través de diferentes métodos. Lo que hace el aislamiento del navegador web es reducir el riesgo de ataques. Es una práctica de ciberseguridad que se encarga de separar las actividades de navegación, como por ejemplo visitar un sitio web, de los equipos que estamos usando. Es decir, va a separar Chrome, por ejemplo, del sistema Windows que tenemos en nuestro ordenador.
Un buen aislamiento del navegador va a permitir mejorar la seguridad de la actividad web. Va a aislar por completo la actividad de navegación con la red local. Es un método más que podemos tener en cuenta para preservar el buen funcionamiento y evitar problemas de seguridad.
Una opción para implementar el aislamiento del navegador es ejecutarlo en un servidor remoto o virtual. La conexión a este servidor se basa en la nube, por lo que no va a tener contacto con el sistema que estamos utilizando. Siempre lleva una capa extra de seguridad y va a permitir que el navegador remoto esté aislado correctamente del resto de la red.
Cuando termina una sesión del navegador, todo el contenido se elimina automáticamente. Esto significa que no va a almacenar datos, ni tampoco posible malware que haya podido estar presente. Cuando se vuelva a iniciar otra vez el navegador aislado de forma segura, todo vuelve a estar como al principio, vacío.
Es muy interesante de cara a estar protegidos de posibles ataques que aparezcan en la red. Por ejemplo estar protegido al visitar una página web que pueda contener malware e infectar nuestro dispositivo y afectar así a otros programas que estemos usando o a la propia información personal.
Un ejemplo claro es la protección frente a exploits de día cero. Son vulnerabilidades que no han sido corregidas y que un atacante podría utilizar para enviar malware, robar contraseñas, información o poner en riesgo de alguna manera la seguridad de ese equipo. Hay amenazas de este tipo que se basan en la web.
También va a suponer una mayor tranquilidad al navegar por Internet sin riesgo de que podamos ser víctimas de algún ataque. Por ejemplo sitios web que puedan tener código malicioso que se ejecute cuando realizamos una visita. No vamos a tener el riesgo de que eso afecte a nuestro equipo, ya que todo transcurre en un entorno aislado.
Además, va a ser muy útil de cara a proteger nuestro equipo de ataques Phishing. A veces entramos en un sitio web y hacemos clic en un enlace y descargamos un archivo que en realidad es malware. Eso va a afectar a nuestro sistema y puede suponer un problema serio. Si ocurre esto con el aislamiento del navegador, el malware va a quedar ahí, aislado.
Por tanto, el aislamiento del navegador permite reducir la superficie de ataques y navegar de forma más segura, sin comprometer los datos personales. Es básicamente aislar el peligro, hacer que cualquier amenaza no tenga más recorrido que esa sección aislada y no llegue al resto de la red o equipo.
Más allá de haber explicado en qué consiste el aislamiento del navegador, es importante tener en cuenta ciertas recomendaciones para navegar con seguridad. El objetivo es evitar que nuestros datos personales puedan verse comprometidos y reducir al máximo la probabilidad de que entre malware.
Lo primero es mencionar la importancia de contar siempre con las últimas versiones. Es imprescindible tener el navegador correctamente actualizado y corregir así cualquier vulnerabilidad que pueda aparecer. Esto lo tienes que aplicar a Google Chrome, Mozilla Firefox o cualquier programa que utilices.
Por ejemplo en Chrome, para actualizarlo tienes que ir al menú de arriba a la derecha, entras en Ayuda y pinchas en Información de Google Chrome. Allí comenzará a analizar qué versión tienes instalada y agregará alguna nueva en caso de que haya disponible. Esto lo puedes realizar de forma periódica y asegurarte de que siempre tienes la última versión instalada.
También debes tener aplicaciones de seguridad instaladas. Por ejemplo un buen antivirus. Estas aplicaciones ayudarán a prevenir la entrada de malware y eliminar posibles archivos maliciosos que pueda haber en nuestro equipo.
Además, otra opción es contar con extensiones para el navegador que ayuden a mejorar la seguridad. Hay muchas disponibles para los principales, como son Chrome o Firefox. Eso sí, siempre debes asegurarte de que realmente van a aportar algo positivo, ya que mientras más complementos tengas instalados, más problemas de rendimiento puedes tener.
En este caso se trata de evitar cometer el error de bajar documentos o programas que puedan ser peligrosos. Un ejemplo claro son las aplicaciones, donde podemos incluir las propias extensiones del navegador. Hay que bajarlas únicamente desde fuentes oficiales y fiables, ya que de lo contrario podríamos tener problemas.
Si bajamos programas desde sitios de terceros pueden haber sido modificados de forma maliciosa. Pueden contener código peligroso y servir para explotar ciertas vulnerabilidades o infectar el sistema. Esto ocurre, por ejemplo, cuando hacemos clic a través de un enlace que nos llega por correo y bajamos algún programa de ahí.
Pero quizás lo más importante de todo sea el sentido común. Va un poco en sintonía con lo que mencionábamos de descargar solo de fuentes oficiales. Es imprescindible no caer en la trampa de los piratas informáticos, como es por ejemplo el Phishing, bajar archivos peligrosos por correo electrónico, hacer clic en mensajes que nos lleguen por redes sociales, etc.
Esto es algo que debes aplicar en todo momento y no solo a la hora de navegar por Internet. Debes cuidar el uso que le das a cualquier dispositivo en la red, mantener una buena configuración siempre y evitar cualquier error que pueda llegar a comprometer la seguridad en un momento dado.
En definitiva, el aislamiento del navegador es una característica muy útil que se utiliza en ciberseguridad para proteger los datos y el sistema cuando se entra en una página web. Es imprescindible igualmente llevar a cabo una serie de recomendaciones que pueden ser muy interesantes para reducir al máximo los problemas de seguridad.
Fuente: redeszone
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