Windows 11 llegó al mercado en 2021 como un sistema operativo moderno para los tiempos modernos. Este SO cuenta con mejoras de seguridad nunca vistas antes en otras versiones de Windows de manera que tanto usuarios como empresas puedan aprovecharse de ellas y mantenerse siempre seguros. Sin embargo, las medidas de seguridad no son suficiente argumento para que ni los usuarios ni las empresas actualicen al nuevo Windows. Y esto empieza a ser un problema.
Cuando Microsoft lanzó Windows 10, en 2015, la compañía puso mucho interés y muchos recursos (actualizaciones gratuitas, soporte especializado a empresas, etc) en que tanto usuarios como empresas actualizaran a su nuevo SO. Y dicho esfuerzo tuvo un buen resultado, y es que la cuota de mercado de Windows 10 se disparó en muy poco tiempo. Sin embargo, con Windows 11 la cosa cambia.
El nuevo sistema operativo de Microsoft ha tenido un lanzamiento muy polémico. Los nuevos requisitos, la necesidad de un chip TPM 2.0, y los problemas de lanzamiento no le han sentado muy bien que digamos al sistema operativo. Es por ello por lo que, mientras que Windows 10 sigue siendo el rey, Windows 11 le sigue a mucha distancia, a pesar de llevar ya un año en el mercado.
Dentro del ámbito empresarial, la situación es muy parecida. Y es que se calcula que la mitad de las estaciones de trabajo no se pueden actualizar a Windows 11 debido a los requisitos de RAM, CPU y TPM.
Tan solo el 2.6% de todos los equipos informáticos usados en empresas ha dado el salto al nuevo Windows 11. Esto significa que la tasa de adopción está a años luz de Windows 10, quien tiene un 81.8% de cuota de mercado. Pero nos deja ver otros detalles muy curiosos.
Por ejemplo, Windows 7 es más popular que Windows 11, teniendo este sistema operativo, con más de 13 años de vida, y en las últimas fases de soporte (además, de pago) un 3.4% de cuota de mercado.
Es curioso ver que aún hay muchas empresas que usan Windows XP (un 1.3%) o Windows 8 (1.5%). Incluso Windows 2000, un sistema con más de 22 años de vida, sigue estando presente en la red.
Entre los usuarios domésticos, Windows 11 ha tenido una adopción algo mejor. Pero, de igual forma, un auténtico desastre. Y es que poco más de un 3% de los usuarios han actualizado ya al nuevo Windows 11, siendo Windows 10 el sistema operativo que se queda con la mayoría del mercado.
Los motivos, según este mismo informe, son claros, y es que el 42.76% de los ordenadores no cumple los requisitos de CPU, mientras que en torno al 25% de los ordenadores tampoco cumple con los requisitos del TPM. Donde menos problemas hay es en la RAM, donde solo el 7% de los equipos no supera ese requisito.
Y esto es un problema, ya que debemos tener en cuenta que Windows 10, salvo cambios de última hora, solo va a tener soporte hasta 2025. A partir de entonces, si queremos estar protegidos, y recibir actualizaciones, tendremos que actualizar sí o sí a Windows 11.
Por suerte, aún hay tiempo para que Microsoft pueda abordar todos los problemas y hacer de Windows 11 un sistema operativo que realmente merezca la pena.
Fuente: lansweeper
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