Hace dos semanas, aerolíneas de todo el mundo anunciaron la prohibición de volar con determinados modelos de MacBook Pro de Apple debido a los problemas de batería que presentan. Ahora, una aerolínea ha dado un paso más allá y ha decidido prohibir llevar en la maleta cualquier portátil de Apple.
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) anunció hace dos semanas que estaba prohibido meter en la maleta los modelos de MacBook Pro de 15 pulgadas vendidos entre septiembre de 2015 y febrero de 2017. Muchos de estos modelos presentan un alto riesgo de incendio en la batería, para lo cual Apple ha hecho una solicitud de retirada de estos modelos para reemplazar sus baterías.
La autoridad de vuelo es consciente de este peligro, y por eso anunció la prohibición de volar con lo que se estima son 500.000 unidades de estos portátiles vendidas en Estados Unidos y Canadá. En cuanto una compañía solicita una retirada de un producto por sus baterías, la autoridad prohíbe volar con los dispositivos afectados.
Ahora, la aerolínea Virgin Australia ha dado un paso más allá, y directamente ha prohibido facturar cualquier tipo de portátil de Apple, aunque será posible llevarlos como equipaje de mano. La compañía no quiere pararse a comprobar el modelo de cada portátil, y por ello ha decidido prohibir directamente todos a pesar de que sólo unidades vendidas durante un año y medio se encuentran afectadas. Además, es imposible saber si una unidad de esos años ha sido o no reparada, por lo que la prohibición parece que se va a mantener durante un tiempo bastante largo.
En Estados Unidos, la FAA prohibió cualquier MacBook Pro afectado tanto en la cabina como en el equipaje de mano. En el caso de Virgin, en cabina es posible apagar un fuego con relativa facilidad gracias a los extintores, mientras que el equipaje facturado está en la bodega y no se tiene acceso, pudiendo incendiar la nave.
Por ello, es importante comprobar tanto si tu portátil está afectado por estos problemas de batería, así como no facturar nunca nada que lleve baterías, y llevarlo siempre en la mano. La bodega del avión se expone a temperaturas excesivamente bajas, y éstas pueden no sólo dañar la batería irreparablemente, sino que pueden hacer que explote y se incendie. Las baterías son demasiado sensibles, y hasta que no lleguen las de grafeno, tendremos que seguir llevándola encima.
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