El correo electrónico está muy presente en nuestro día a día. Es un medio de comunicación muy utilizado tanto por usuarios particulares como también por empresas. Ofrece un gran abanico de posibilidades y tenemos a nuestra disposición muchos proveedores diferentes. Ahora bien, hay que tener en cuenta que también es un medio muy utilizado por los ciberdelincuentes para llevar a cabo sus ataques e infectar los dispositivos de las víctimas. En este artículo vamos a dar una serie de consejos para identificar e-mails maliciosos.
Los piratas informáticos suelen poner sus miras en aquello que alberga más usuarios. El correo electrónico no es una excepción, y el hecho de ser tan utilizado también provoca que pueda usarse para llevar a cabo diferentes tipos de amenazas. Es un medio a través del cual podemos ser infectados por diferentes tipos de malware o ser víctimas de estafas.
Esto es algo que afecta tanto a usuarios particulares como a empresas. Un simple correo electrónico puede contener malware que ponga en riesgo nuestra privacidad y seguridad. También hay otros tipos de ataques como el Phishing que puede robar nuestras credenciales y contraseñas.
Es esencial que sepamos identificar cuándo un e-mail puede ser peligroso. De esta forma evitaremos cometer errores que pongan en riesgo nuestra privacidad y seguridad. El objetivo es que nuestros dispositivos no se vean afectados por los diferentes tipos de malware que hay en la red.
Vamos a dar una serie de consejos importantes para identificar los e-mails maliciosos. De esta forma podremos evitar cometer fallos que descarguen malware en nuestros sistemas o seamos víctimas de ataques como el Phishing.
Lo primero que debemos hacer es analizar bien el remitente de ese correo. Hay que observar la dirección del e-mail y comprobar que realmente es legítima. Esta puede ser la clave para detectar un correo falso antes incluso de abrirlo.
En muchas ocasiones los piratas informáticos pueden utilizar direcciones que se ven completamente falsas. Es el caso cuando la dirección contiene letras y números sin sentido. Sin embargo, en otras ocasiones pueden simular muy bien ser una fuente oficial. Puede que cambien ligeramente el nombre de una empresa, por ejemplo, agregando un número, sustituyendo una letra, etc.
Algo que puede indicarnos que estamos ante un correo fraudulento es el asunto del mensaje. A veces podemos toparnos con una frase insistente o alarmante. Por ejemplo, nos indica que nuestra cuenta ha sido robada, que hemos ganado un premio, etc. Un cebo que pueda llamar nuestra atención y que provoque que abramos el e-mail.
Por supuesto el contenido del mensaje también nos indicará si se trata de un fraude. Puede que recibamos un e-mail con textos mal traducidos. También es posible que haya faltas de ortografía y, en general, un contenido extraño para lo que debería de ser un e-mail legítimo. Es, en definitiva, otra señal de alerta.
Los archivos adjuntos pueden ser la clave de un ataque cibernético. Pueden contener malware y hay que tener en cuenta que la extensión puede variar. Es posible que un simple archivo Word o Excel sea una amenaza importante. Hay que observar bien qué tipo de archivos adjuntos tenemos y si deberían de estar ahí. En caso de dudas nunca hay que abrirlos.
También podemos recibir un e-mail donde nos piden más datos de los realmente necesarios. Por ejemplo, se hacen pasar por un banco o una empresa donde nos piden información personal, contraseñas o similares. Estaríamos ante un intento de estafa con la finalidad de robar nuestros datos.
Los enlaces acortados son muy utilizados en los e-mails fraudulentos. Básicamente lo que hacen es ocultar la dirección completa, donde el usuario podría ver realmente dónde irían redirigidos. Es importante que tengamos cuidado con este tipo de enlaces acortados, ya que pueden esconder ataques cibernéticos.
Fuente: redeszone
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