Sobre todo, desde 2016, cuando el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, publicó una imagen en la que aparecía usando una pegatina en la cámara de su portátil, se ha creado conciencia sobre la importancia de taparla para evitar ataques a distancia que pongan en peligro nuestra privacidad.
Más allá de la paranoia que hay detrás del hecho de que las cámaras que llevan integradas los portátiles van a ser una ventana para que cualquier ciberespía acabe teniendo un contacto directo con nosotros.
Evidentemente, si ponemos un trozo de cinta aislante o cualquier otro tipo de protector de los que venden (algunos incluso tienen una ventana deslizable que permite tapar y destapar la cámara), la cámara mostraría un contenido en negro en caso de que alguien pudiera acceder a la grabación. Sin embargo, eso no es tan sencillo.
Según Nizel Adams, propietario de la consultoría informática Nizel Corp, “en mis más de 20 años de experiencia en el sector, sé que la gran mayoría de los empleados de los departamentos de informática no sabrían acceder a la cámara web de otra persona de forma remota, sobre todo sin que se encienda el piloto de luz que hay junto a las cámaras de los portátiles. Los bloqueadores de cámaras web no son útiles en cuanto a mantener la privacidad, pero al menos evitan que la lente se llene de polvo”.
“La mayoría de la gente no debería preocuparse por ese tipo de cosas, especialmente si tienen un firewall o cortafuegos activo. Los cortafuegos hacen muchas cosas por ti”. Es muy limitado el número de situaciones donde una webcam se puede hackear.
La opción que nos permite estar más tranquilos es tapar la webcam con una pegatina o algo que sea fácil de quitar y poner para cuando queramos usarla para videollamadas, pero podemos estar tranquilos de que, teniendo un buen antivirus y no instalando cosas cuyo origen desconocemos, estaremos totalmente protegidos. Otra opción es usar cámaras por USB y desconectarlas cuando no las vayamos a utilizar.
Más allá de tapar la cámara, algo que tampoco hace daño a nadie, hay otras medidas de seguridad que puedes tomar. Por ejemplo, comprobar que el vídeo no está encendido antes y después de cada videoconferencia. “Acostúmbrate a tener la cámara desactivada por defecto, de modo que tengas que encenderla manualmente cada vez que la quieras usar”.
Detecta si hay algún movimiento. Algunas cámaras web pueden rotar y moverse en diferentes direcciones según los comandos del usuario del ordenador. Los piratas informáticos pueden tomar el control de la cámara e intentar grabar mejores imágenes. Entonces, cuando veas que tu cámara web se mueve repentinamente o de forma independiente, esto podría ser una señal de que tu ordenador ha sido infectado con malware.
Durante las videoconferencias, ten en cuenta lo que hay detrás de ti en segundo plano. Presta atención a lo que te rodea y a lo que puede aparecer en la cámara o ser captado por el micrófono. Utiliza la tecnología de fondo virtual que incorporan la mayoría de las aplicaciones para ocultar lo que hay a tu alrededor, pero no des por hecho que lo ocultarán todo en todo momento.
Fuente: Huffpost
Copyright © 2018 by idescpu ® - Engine by idescpu.co