Son muchas las estrategias que siguen los ciberdelincuentes para colar malware en los dispositivos. Muchos tipos de ataques que tienen como fin último comprometer la seguridad y privacidad de los usuarios. Ahora bien, hay algunos métodos que están más presentes. En este artículo vamos a ver cuáles son las formas de ataques más comunes para infectar equipos y que incluso los usuarios no nos damos cuenta y cometemos errores.
En muchos casos los usuarios cometen errores que pueden comprometer la seguridad de sus equipos. Fallos al navegar, al usar algún tipo de dispositivo o programa, conectarse a redes inseguras… En definitiva, pequeños fallos que a veces pasan desapercibidos pero que podrían representar un problema importante.
Los piratas informáticos pueden aprovecharse precisamente de esos fallos que no parecen graves. Se aprovechan de esos programas inseguros que usamos, de esa red abierta a la que nos conectamos, utilizan el correo electrónico para intentar colar malware…
Todo esto hace que sea muy importante conocer las formas más habituales de infectar equipos y que muchas veces no nos damos cuenta. De esta forma estaremos más protegidos para evitar poner en riesgo nuestros equipos y sistemas.
Una de las formas más comunes de colar malware es a través del correo electrónico. A veces no nos damos cuenta y al abrir un e-mail que recibimos y que tiene un archivo adjunto como puede ser un Word o Excel, lo ejecutamos.
Los ciberdelincuentes precisamente utilizan este tipo de archivos para infectar los equipos sin que la víctima sea consciente de ello. También pueden llevar a cabo ataques Phishing para intentar robar contraseñas y, en definitiva, lograr su objetivo de recopilar información.
También es muy común que los usuarios se contagien simplemente por hacer clic en sitios web que a su vez son una amenaza. Puede que lleguemos a una página que ha sido modificada de forma maliciosa para alterar los enlaces y al hacer clic en uno de ellos podamos comprometer nuestros datos.
Esto puede pasar desapercibido. Puede que entremos en una página legítima pero que haya sido atacada previamente y no lo sepamos. De ahí la importancia de siempre contar con herramientas de seguridad y mantener el sentido común.
Las ventanas emergentes son muy típicas al navegar por la red. A veces simplemente son molestas, nos muestran publicidad y tenemos que cerrarlas al entrar en sitios web. Otras veces en cambio pueden ser una amenaza real y podrían colar malware en nuestros equipos simplemente con hacer clic en ella y que automáticamente descargue algún archivo.
Hoy en día es muy habitual conectarnos a redes inalámbricas. La mayoría de dispositivos son compatibles con el Wi-Fi y esto permite estar conectados en casi cualquier lugar. Ahora bien, el problema llega cuando nos conectamos a una red abierta, un Wi-Fi público, que está en manos de ciberdelincuentes.
Este tipo de redes pueden ser utilizadas para robar información e incluso acceder a los sistemas de la víctima. Las víctimas por lo general no notan que están conectadas a una red que en realidad es un problema para su privacidad.
Esto es todo un clásico. Descargamos algún tipo de software de Internet y no sabemos si contiene malware. Una vez lo instalamos podemos experimentar problemas en el sistema, que a su vez instale otro programa malicioso y crear un mal funcionamiento del equipo.
Por último, algo también muy común son las memorias USB. En este caso puede ocurrir que vayamos a un cafe internet a imprimir, por ejemplo. También que dejemos a alguien un pendrive para que nos pase algún archivo.
Esa memoria puede estar infectada con algún tipo de malware y sin saberlo la estamos conectando en nuestro equipo.
En definitiva, estas son algunas de las formas más comunes de ataque que pueden ocurrir sin que nos demos cuenta. Es importante siempre mantener los equipos actualizados y correctamente protegidos para no tener problemas de este etipo.
Fuente: redeszone
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