Comprar por Internet se ha convertido en algo realmente común para los usuarios. Son muchas las plataformas y servicios que podemos utilizar. También existen muchos métodos de pago, aunque uno de los más comunes es utilizar tarjetas bancarias. Precisamente de eso vamos a hablar. Vamos a explicar qué tipo de tarjetas son más seguras para comprar por Internet. Un recorrido por las diferentes opciones que tenemos y en qué medida podemos mejorar nuestra seguridad.
El auge de las compras por Internet
Si nos trasladamos solo unos años atrás, el comercio electrónico no se acercaba a lo que es hoy en día. No hablamos únicamente de cifras, donde lógicamente ha aumentado exponencialmente; nos referimos especialmente en cuanto a nivel de confianza por parte de los usuarios.
Hace unos años los internautas eran más reticentes a la hora de comprar por Internet. Desconfiaban de las páginas y plataformas que había, así como de los métodos de pago. Poco a poco ese miedo fue dando lugar a una mayor confianza.
Lo cierto es que en la actualidad comprar por Internet está en auge y cada vez son más usuarios los que apuestan por este método. Existen multitud de servicios que nos permiten comprar tanto desde el móvil como desde equipos de escritorio.
Sin embargo, el hecho de que comprar por Internet sea más habitual también hace que los piratas informáticos pongan aquí sus miras. Se aprovechan de la confianza de los usuarios para desplegar diferentes tipos de amenazas. Conviene siempre tener en cuenta algunos aspectos para no cometer errores.
Entre todos los métodos para pagar por Internet, sin duda las tarjetas bancarias son uno de los más utilizados. Nos permite pagar fácilmente y de forma segura. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, si buscamos máxima fiabilidad, algunas tienen más que otras.
Vamos a explicar qué tarjetas son las más seguras para poder comprar por Internet. De esta forma reduciremos al máximo posible los riesgos de que nos roben dinero o comprometer nuestra cuenta bancaria.
Las tarjetas de crédito son quizás las más peligrosas a la hora de comprar por Internet. Hay que tener en cuenta que por sí mismas, por su naturaleza, no hace que sean más peligrosas o más seguras. La cuestión es que una tarjeta de crédito no está tan limitada como las siguientes que vamos a ver.
Si por algún motivo nuestra tarjeta es robada, ya sea de forma física o a través de la red, el hecho de ser de crédito significa que puede superar cierto límite e incluso dejar nuestra cuenta en números rojos. Esto hace muy peligroso en caso de que alguien pueda acceder a ella y utilizarla a su antojo.
Nuestro consejo principal es denunciar lo antes posible en cuanto conozcamos un posible robo o pérdida, así como detectemos un mal uso de la misma. De esta forma podremos quedar exentos de tener que hacernos cargo del pago, algo que puede variar de un banco a otro.
Sin duda son más fiables para pagar por Internet que las de crédito. La razón es lógica, ya que se aplica lo que mencionamos anteriormente: en este caso suelen tener un límite. Además, también están sujetas a la cantidad de dinero que tengamos en nuestra cuenta bancaria. Lo habitual es que una tarjeta de débito no permita que nuestra cuenta se quede en números rojos.
Por tanto, recomendamos hacer uso de las tarjetas de débito para comprar por Internet por encima de las de crédito. Una vez más, en caso de robo, pérdida o cualquier problema, lo importante es avisar lo antes posible.
Son las más seguras para comprar por la red. Básicamente es una tarjeta que en muchos casos no está vinculada a ninguna cuenta bancaria. Podemos ingresar dinero a través de otra tarjeta o por otros métodos y ese dinero que tengamos ahí dentro será el que podemos utilizar.
Podemos cargar x cantidad y realizar la compra. En caso de robo, pérdida o cualquier problema únicamente pondríamos en riesgo la cantidad que hubiera en ese momento en la tarjeta.
Una de las principales estafas es a través de ataques Phishing. Básicamente consiste en entrar en una página que simular ser legítima pero que realmente pertenece a un ciberdelincuente. Allí encontraremos una pasarela de pago como si fuera una plataforma segura, pero realmente al introducir nuestros datos van a parar a un servidor controlado por los atacantes.
También son frecuentes las estafas a través de redes Wi-Fi públicas. En este caso consiste en introducir nuestros datos en páginas aparentemente seguras, pero realmente están controladas por atacantes. Nuestros datos no viajan de forma cifrada y pueden ser interceptados por intrusos.
Además, hay que hablar del skimming. Eso sí, realmente este método no afecta a la hora de comprar por Internet, pero sí en sitios físicos donde puedan estar conectados a la red. Básicamente consiste en un hardware modificado que tiene como misión copiar todos los datos de la tarjeta que introducimos.
En definitiva, estos son los principales fraudes a los que debemos hacer frente con nuestras tarjetas bancarias. Lógicamente el sentido común es muy importante. Siempre hay que comprar en plataformas fiables y desde redes seguras. Hay que evitar entrar en sitios webs desconocidos y que no cuenten con garantías suficientes.
Fuente: redeszone
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